—Perdone, medio bocadillo de jamón de york y una coca-cola light, por favor. ¡Sin hielo! Gracias.
—¿Sí? ¡Hola, tía! ¿Qué tal? ¡Ya era hora! Dichosos los oídos, que desde que te has echado ese supernovio ya no apareces por el centro.
(...)
—No, claro, claro... si yo haría lo mismo, ¿qué te crees? ¡Revolcón va, revolcón viene!
(...)
— Venga, va, va... Eso se lo dirás a todas. Será que no te conocemos a ti, jajajaja. Gracias, ¿qué le debo?
(...)
—Sí, sí, ajá, claro, ya... Pues no sé. Si acaso se lo comentaré a las demás a ver qué les parece. No sé si el sábado habrá planes ya. Tú nos conoces, para esto de los planes somos más rápidas que las balas, jajajaja.
(...)
—Vale, tía, vale, pues no te preocupes que yo me encargo. ¡Ah, que tú no te has enterado! ¿Sabes que la Lidia está preñi? Sí, sí, la que venía con nosotras a cuarto y a la academia de inglés, ¿te acuerdas? Pues ésa. Qué fuerte, tía... Nos quedamos flipando cuando nos enteramos. Ya ves... ¿A que no lo hubieras pensado de ella? Pues mira, "pa" que te fíes... Luego dicen que tiran más dos tetas que dos carretas pero a ésta le tira otra cosa me parece a mí, jajajajaja. Se ve que en su casa llevan una movida que no veas.
(...)
—Ah, ¡yo qué sé qué van a hacer! Primero que no la he visto y segundo que aunque la viera, ¡no le voy a preguntar eso a bocajarro! A veces pareces boba, tía...
(...)
—Oye, guapa, no te pases. Yo no te estoy hablando en ese tono y lo sabes. No vengas ahora haciéndote la mártir. Bueno, mira, que tengo prisa y se me acaba la batería. Me voy a la uni que ya llego tarde. Ya te diré algo del sábado. Que te vaya bien.
(...)
—Ok, mona. Chao.
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