martes, 11 de octubre de 2011

Mesa #06. Sábado 15/10/2011 10:27

─Entonces... ¿Tú piensas ir esta tarde?
─Por supuesto que voy a ir.
─Pero tú no eres de ese tipo de gente.
─Tampoco lo que está pasando es normal.
─Sólo conseguirás que te partan la boca de un porrazo, o que te salten un ojo con una pelota de goma... o algo peor.
─Lo daré por bien empleado.
─No sé, no te imagino con una pancarta.
─La situación es mucho más crítica de lo que quieren hacernos creer. No puedo quedarme sentado con los brazos cruzados. Necesito hacer algo.
─Ya ves.
─Escucha, el Titanic ha empezado a hundirse. De momento sólo la bodega y las cubiertas inferiores están llenas de agua. Pero eso queda muy abajo, desde aquí apenas se oyen los gritos de la gente. Mientras tanto, arriba, la orquesta sigue tocando los valses de Strauss y todos bailan felices. Sólo unos cuantos conocen cuál es la situación real. El capitán, el contramaestre, el ingeniero... y alguno de los financieros que sufragaron la construcción del buque. Lo saben, pero ninguno de ellos se atreve a aceptar las consecuencias inevitables y siguen actuando igual que siempre, aplicando las mismas soluciones de siempre que ya no funcionan y sólo sirven para disimular las cosas, agrandar más y más el agujero y empeorar la situación. "El Titanic es insumergible", se repiten, pero poco a poco el agua va ganando terreno.
─Sí, yo también la vi, una película muy bonita.
─No es una película. Es una metáfora.
─Mmmjé...
─Los que están en las cubiertas inferiores ya están con el agua al cuello y han empezado a huir hacia las cubiertas superiores. La gente está luchando por sus vidas. En este mismo momento algunos de ellos están muriendo ahogados. ¡No! Lo digo en serio, no me mires así: están muriendo ahogados. Alguien ha dado la orden de cerrar los accesos para que el tumulto no pueda llegar hasta las cubiertas de primera clase y evitar que cunda el pánico. Como si eso fuera a detener la marea.
─Exageras.
─¿Qué son los servicios sociales sino los accesos y las escaleras de la sociedad? La educación y la sanidad: han empezado a recortar justamente por ahí. Pero no van a recortar los billetes de avión de clase business, ni las comilonas ni los coches oficiales. Tampoco pondrán impuestos a la especulación, ni acabarán con los paraísos fiscales ni detendrán a los políticos corruptos. Se subirán el sueldo. Eso sí.
─Te encuentro muy politizado últimamente.
─Politizado no, sensibilizado. Ya hace meses que estoy siguiendo los acontecimientos..., pero contrastando la información por mi cuenta, no me vale lo que sale por la tele.
─Exageras. Las cosas no son como las pintas. Vale, puede que a algunos se les haya ido la cosa un poco de las manos, pero ya se recuperará. Siempre ha habido gente en el paro, y ricos y pobres. No es nada que no haya sucedido antes, mira el crac del 29, y bien que salimos, ¿no?
─Sí, pero esto no es lo mismo de siempre. Esta vez es diferente. ¿Qué tiene que suceder todavía para que empieces a abrir los ojos? La banca está expoliando sistemáticamente los recursos públicos con el beneplácito de los gobiernos, sin que todo ese capital revierta otra vez a la sociedad, que es la única justificación para entregárselo, en primer lugar. El dinero se lo llevan por el camino los especuladores que, encima, apuestan en contra de los gobiernos con tal de llevarse unos beneficios sangrantes; y no nos olvidemos de los bonus y las indemnizaciones de los directivos de banca "nacionalizados". Mientras tanto, a ti no sólo te quitan tu dinero, te dejan sin asistencia y atrasan tu jubilación, sino que encima te recortan tus derechos civiles. Dicen que los trabajadores tienen que aumentar su productividad para recuperar la economía, pero no te dicen que la productividad no ha parado de subir año tras año desde los años 70, disparada, muy pero que muy por encima de lo que han subido los salarios. Repito: ¿qué más tiene que suceder todavía para que empieces a abrir los ojos?
─Todo esto me deprime.
─Sí. Es que es deprimente. Siento darte malas noticias. Yo estoy muy preocupado. Estamos viviendo un momento histórico en el que todos los gobiernos deberían estar perdiendo el culo por encontrar una solución al problema del pico del petróleo... porque nos estamos quedando sin petroleo, ¿lo sabías? Nadie habla de eso en los medios. Es un problema único en toda la historia de la humanidad, y es muy grave. Más inmediato incluso que el cambio climático. Sospecho que esa es la causa real que se esconde detrás de la crisis económica. Pero los políticos, en lugar de comprometerse en buscar soluciones, huyen todos hacia adelante negando la mayor en un sálvese el que pueda desbocado, tratando de trincar el máximo de dinero posible antes de que todo se venga abajo. A veces pienso que hemos entrado ya en la tercera guerra mundial, pero nadie se ha dado cuenta todavía. Es otro tipo de guerra que no se juega en los campos de batalla sino en las bolsas a través de los mercados continuos, y en lugar de bombas usan valores futuros, swaps y bonos basura. En esta guerra tampoco hay naciones ni ideologías, sólo hay corporaciones. Es una guerra del gran capital contra la humanidad.
─Chico..., lo pintas fatal.
─Es que la cosa está fatal, esa es la realidad. Estamos viviendo un cambio de era, y hacemos falta todos juntos para dar un buen golpe de timón. ¿Cómo podría quedarme en casa esta tarde? Si espero a sentir el agua helada subiéndome por los tobillos, será demasiado tarde para echarse a nadar.

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