martes, 4 de octubre de 2011

Mesa #12. Viernes 06/02/2009 17.43

─Hay días en los que me gustaría no tener que salir de casa, no se si me comprendes... Te tienes que cruzar con las personas de todos los días, esas con las que te saludas en los pasillos del trabajo. Ellos se acostumbran a que tú seas el chico simpático que les saluda con una sonrisa, y si por casualidad un día te levantas con humor de perros... Sí, comprendo lo que me dices, pero soy así. A veces desearía tener un cartel, o una pantalla en la que dijera mi estado de ánimo sin tener que explicárselo a nadie. De ese modo nadie me saludaría si estoy cabreado, así se evitaría tener que recibir una mala cara por mi parte...
─¡Hola Carlos!
─Disculpa, ya ha llegado Maite. Tengo que colgar... ¿Que tal estás?
─No muy bien. Acabo de venir de ver a Cristina, no sé si te acuerdas de ella...
─¿Esa amiga tuya que su marido le pegaba?
─Esa misma. Al parecer hará un año escapó de casa con su hija. 
─No jodas.
─Así es. Y al parecer el marido no sabe dónde puede estar. Lo que no sabía es que él estaba metido en una secta.
─Yo lo flipo. ¿Pero esa tía no le ha denunciado? 
─Por fin se ha atrevido a hacerlo. Al parecer él sólo la llegó a golpear una vez, según cuenta ella. Eso fue lo que la convenció para huir de casa, pero legalmente siguen casados.
─Ella tiene todo de su parte para ganarle...
─Pero no todo es tan fácil, Carlos. Hay que estar en su piel. A veces, sería bueno saber qué sienten las personas de verdad...

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