miércoles, 26 de octubre de 2011

Mesa#02 Miércoles, 26/10/2010 20:15


─Buenos días, caballero. Usted dirá.
─Buenos días.
─Buenos días. ¿Qué va a ser?
─¿Qué va a ser el qué?
─Que qué va a tomar el señor.
─Ah, nada, nada. Muchas gracias.
─Verá, es que no puede ocupar una mesa sin consumir.
─Oh... pero yo ya estoy consumiendo. Consumo aire del local.
─No, oiga, no. El aire del local no está tarifado y no puedo cobrarle por él. Menos bromitas y dígame ya qué va a tomar.
─¿Puedo tomar su mano? Perdón, perdón. Es que me lo pone usted muy difícil.
─¡Pero cómo difícil! Usted sólo puede estar aquí si viene y consume.
─¡Pero ya lo hago! Mientras hablo con usted consumo mi tiempo, el suyo, el tiempo en general. Incluso me consumo yo mismo y se consume usted. ¿No lo ve?
─¿Usted se cree que yo puedo estar aquí hablando memeces con usted?
─Huy, no, discúlpeme. Vaya, vaya usted a seguir trabajando que le estoy entreteniendo.
─A ver, ¿va usted a tomar algo o tengo que pedirle que abandone este local?
─¿Le va mejor que salga a la terraza y tome el sol? ¿El aire quizás?
─El viento. Puede ir usted a tomar viento. O por saco, lo que prefiera. Eso sí, son ciento veinte euros que puede abonar en caja.
─Pero no es tiempo de abonar todavía. Creo que para eso volveré cuando lleguen las lluvias. Ha sido usted muy amable. Mucho gusto.
─O se marcha ya de aquí o sí que voy a tener que encargarme de explicarle de quién va a ser el gusto.

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