viernes, 7 de octubre de 2011

Mesa #08. Lunes 08/09/2008 17:45


—Oiga, señor, perdone pero me parece una falta de respeto a esta niña que diga esas barbaridades, por más que esté al teléfono. Es una cerdada. ¿No puede esperar a que no esté delante para decir esas burradas?
—¿Y a ti qué te importa? Digo lo que me da la gana.
—Es asqueroso. ¿Le has oído, Mari? Qué asco, ha dicho palabras que... Pobre niña...
—La niña no se entera, señora. Es sorda.
—¿Ah, sí? ¿Y cómo es que habla si es sorda?
—¡Bah, callaos ya, zorras!
—¡Cerdo de mierda! ¡Camarero, cóbrenos que nos vamos de aquí, no queremos estar junto a cerdos pervertidos!
—Eh, tú, no insultes a mi papá. Dice lo que quiere, y yo tampoco soy tan pequeña; sé perfectamente lo que es una polla y para qué sirve, ja, ja, ja. Papá, porfa, pídeme ya el té con magdalenas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario