viernes, 28 de octubre de 2011

Mesa #10. Domingo 03/05/2009 12:55

─Así pues, hemos dividido la mesa en cuatro territorios. El mío es el más grande, puesto que estoy consumiendo más que vosotros. El territorio de Sergio es el más diminuto; sólo está tomado agua y encima de grifo. El vuestro es un territorio compartido ya que sois hermanos y también habéis compartido consumición. Y, por último, el de Juan Luis es el de tamaño mediano, ya que está tomando un bocadillo y una cerveza, pero no una tapa de croquetas como yo.
─Vale, de acuerdo. Puede que yo tenga el territorio más pequeño de toda la mesa pero la industria de la sal y el azúcar está justo en mi país así que si queréis beneficiaros de cualquiera de los dos elementos deberéis pagarme un impuesto por exportación.
─Pues, ahora que lo dices, yo tengo el aceite en mi territorio...
─¡Dirás en nuestro territorio!
─Perdona, guapetón, pero está justo detrás de la frontera de mi parte de mi mapa, aunque forme parte de nuestro territorio.
─Serás...
─¡Anda, si yo tengo las servilletas en el mío!
─Joder, pues yo seré el más grande pero me ha tocado un triste cenicero.
─Y un par de moscas.
─¿Eh?
─Sí, que tienes inmigrantes.
─Ja, ja, ja, ja... Es cierto. Pero cuando huelan el azúcar se van a ir directas a tu territorio y vas a tener que mantenerlas día y noche.
─Harts ei etz höz!
─¿Y ahora qué le pasa a tu hermano?
─¡Nada, que se me ha vuelto independentista!
─¿Y en qué idioma habla?
─No lo sé, ni yo mismo lo entiendo y eso que, a su pesar, aún es de mi país.
─¿Me pasáis el azúcar?
─Ya sabes que has de pagar por ello, ¿eh?
─¡Y una mierda! A que meto la mano y lo agarro por el forro de los cojones...
─Oye, eso sería tomado como una invasión en toda regla y por ello podría declararte la guerra.
─¡Serás cabrón!
─Tlùtz esánz gönitze humma!
─¡Tú, habla en cristiano que no se te entiende una puta mierda!
─Oye, no te metas con mi hermano por el simple hecho de que no le entiendas. ¡Que sepas que si le ofendes a él me ofendes a mí!
─¡Hey, qué haces?
─Expando mi territorio con mi botella de cerveza.
─Eso no es expandir, eso es invadir. Además, yo no te había hecho nada.
─Eso te pasa por ser tan pacífico. Además, ¡si juntamos nuestros territorios tendremos el trozo de mesa más grande!
─¡Y una mierda! Hey, quita el cenicero de mi frontera. ¡Vosotros, ayudadme que a este paso voy a quedarme sin mi zona!
─Yo te ayudo si no me cobras por el uso de las servilletas.
─Joder.. menudo capullo... Vale, de acuerdo...
─ Tú decides...
─¡Sí, sí, trato hecho!... ¡Pero haz algo ya!
─Ahí voy...
─¡Oye, qué haces arrojando agua en mi frontera?
─Mi presa se ha roto por culpa de un seísmo y ahora tienes inundaciones. ¡Huy, creo que se han ahogado tus croquetas!
─Señores...
─¡Eres un hijo de puta!
─Señores, por favor...
─¡Tú un dictador!
─¡Señores...!
─¡Me cago en tu muertos!
─¡SEÑORES...!
─Tunna soya ugga est!
─¡¡SEÑORES, PAREN DE PELEARSE DE UNA VEZ, COJONES!! ¿No ven que me están espantando al personal? Además, sepan que esta mesa es mía, la pague yo, con mi dinero... ¡Así que ya me están desembolsando lo que me deben o se van yendo al carajo con todo el puñetero cuento de sus mapitas y sus estúpidas guerras! ¡Ah, y el agua no es gratis!

No hay comentarios:

Publicar un comentario