─¿Me dices que te rajas? ¿Me dices que te rajas ahora que ya está todo preparado?
─Pero verás, Pedro, mi mujer... Mis hijos... ¿Qué va a ser de ellos si me detienen? Van a quedar estigmatizados de por vida. ¡Condenados! ¡Todo por un acto vandálico!
─¡Por reprimir la tiranía hacia las clases sociales más necesitadas!
─Lo sé... pero... ¿Qué va a ser de ellos? ¡Me reconcome la conciencia!
─¡Tú lo ideaste! Piénsatelo. ¡Serás un héroe para ellos!
─¿Un héroe? ¿Pero vamos a matar inocentes?
─Son gajes del oficio. Tú no puedes evitarlo.
─Sí puedo.
─ No puedes. Es tu última oportunidad.
─ Lo tengo muy claro. No actúo.
─Eres un cabrón, ¿sabes? ¡Un cabrón, un mierdas y un puto cobarde!¿Y sabes lo que voy a hacer?
─¿Qué vas a hacer?
─Voy a poner la bomba en ese puto hotel, sin tu ayuda. Luego te buscaré y te juro que te mataré y luego me follaré a tu mujer delante de tus hijos.
─¡No lo harás!
─Intenta detenerme.
─Ya lo he hecho.
─¿Qué?
─Te acabo de delatar a la policía. Están a punto de llegar, es más, es posible que ya estén fuera del local esperando para llevarte detenido.
─¡Cabrón!
─¿Qué haces? ¡Suelta esa arma antes de que sea demasiado tarde! Antes de que alguien salga malheri...
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