martes, 11 de octubre de 2011

Mesa #05. Domingo 15/05/2061 15:43


—Mira, Jon, mira ese tipo que acaba de entrar. Es exactamente igual que el camarero. ¡Un clon!
—No puede ser. Será su hermano gemelo.
—Pero es que es idéntico, idéntico... Yo creo que es un clon.
—No seas fantasiosa. Seguro que es su gemelo. Los clones son ilegales; si fuera un clon estaría escondido y saldría sólo cuando el camarero no estuviera.
—Pues eso mismo debe de pensar el camarero por la cara de pánico que se le ha puesto. Si fuera su hermano gemelo se habrían saludado tan campantes, ¿no crees?
—¡Es cierto! Acaba de meterse dentro. Es su clon y lo sabe. ¡Se conocen! Siempre pensé que era mentira que lo hubieran logrado.
—Está entrando dentro. Mira, esa mujer le ha confundido con el camarero y le pide la cuenta. ¡Es increíble, ha puesto el mismo gesto ese tan suyo! Sin embargo, es como si fuera... más mayor, ¿no? Cariño, vigila. Voy a meterme ahí dentro.
—¿Pero qué dices? ¡Estate quieta! ¡Silvia!
—Disculpe, señor. Veo que usted también lo ha visto. ¿Puedo sentarme aquí?
—Pues... Pues no sé, siéntese si quiere pero no me moleste, por favor.
—Le puedo ayudar.
—¿A qué? Mi chica se ha metido ahí adentro... ¡Está loca!
—No se preocupe. No le harán nada.
—¿Ah, no? ¿Y cómo lo sabe?
—Porque yo he venido con el hombre que acaba de entrar. Yo... Yo soy el responsable de lo que ustedes acaban de ver.
—¿Cómo?
—Sí. Ha sido un poco arriesgado venir, pero necesitábamos que los clones hablaran. El camarero es realmente el clon; el otro hombre es el origen, pero tiene un problema... de salud. De modo que necesitamos al clon para hacer un trasplante de médula antes de que desarrolle la enfermedad; algo que sospechamos que va a ocurrir, desgraciadamente. Sin embargo, uno de los objetivos es precisamente comprobar si el cáncer se reproduce del mismo modo o hay algún desencadenante que dependa del azar.
—Estoy alucinando. Tiene que ser eso, esta cerveza contiene alucinógenos o algo así. Usted no existe. Estoy aquí hablando solo y Silvia está en el baño.
—No se frote los ojos. Se los irritará. No, no está usted alucinando ni soñando ni nada parecido. Esto es la vida real, se lo juro. Quizá a ustedes les interesaría estar mejor informados y... puede que participar en nuestro proyecto.
—¿Qué proyecto?
—Investigamos el desarrollo del ser humano en relación con el entorno, principalmente en lo relativo a las enfermedades y al carácter, a la forma de ser de las personas. Son nuestras dos ramas de investigación.
—¿Me habla usted en serio?
—Totalmente en serio.
—¿Y han averiguado algo hasta el momento?
—Evidentemente sí. En lo relativo a las enfermedades, hay muchas que dependen exclusivamente del entorno, incluso del azar. Otras son inevitables. Y, en cuanto al carácter, es completamente imprevisible.
—¿En serio? ¿Quiere decir que un clon puede ser totalmente distinto que su... cómo lo ha llamado, origen?
—Veo que usted es una persona inteligente. La inteligencia, por ejemplo, no varía. Siempre es la misma y se desarrolla exactamente igual. Clones iguales poseen el mismo cociente intelectual, aunque puedan ser alegres, melancólicos, iracundos, serios, cómicos...
—Empiezo a estar interesado. ¿Quiere decir que podrían, por ejemplo, clonar a Silvia, y saldría una mujer idéntica pero con otro carácter diferente?
—Exactamente.
—Joder, pues haberlo dicho. Me interesa este experimento, pero clonando a Silvia. Me enamoré de ella porque estaba buenísima, pero la verdad es que es un poco gilipollas.

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