lunes, 3 de octubre de 2011

Mesa #07. Domingo 15/07/2009 16:20

Ayer llevé a mi perro a la peluquería.
¿Y no lo puedes asear en casa?
No, querida, te recuerdo que mi "Almasy" es un lebrel afgano de alto pedigrí y pelaje muy delicado que necesita los mejores cuidados siempre en manos profesionales.
Pues qué quieres que te diga, a mí los perros de pelo largo siempre me han dado coraje. Todo el  día cepillándolos. Y cuando sueltan pelo... Debes de tener a tu Gladys Agapita todo el día con la  escoba detrás.
Si lo cuidas no es ni necesario. Almasy va cada semana y le hacen la manicura y todo. Reconozco  que lo tenemos un poco mimado.
Es que un perro es mucho mejor que un hijo. Nosotros con Tinky y Winky estamos encantados. ¿Para qué tener niños, si están los perros?
Ahí te doy la razón. Para los niños ya están los apadrinamientos, las ayudas a las ONG y los actos de beneficencia. Por cierto, ¿vendrás al rastrillo del próximo sábado?
Por supuesto, he quedado con Tati en llevar unas rosquillas riquísimas. Panchita las hace de  rechupete.
Espero que no les ponga picante.
Ya le he dicho que no. Al principio no sabes lo disgustada que me tenía. Esa gente no sabe más que echarle cayena a todo. Un día estaba tan harta que le dije que o dejaba de poner  picante a las comidas o la denunciaba a inmigración, y funcionó. Ahora he de ir con cuidado porque suele pasarse con la sal. Cualquier día le digo que dejaré de ayudar a los estudios de su hijo y ya la tendré  domesticada 
del todo.

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