miércoles, 23 de noviembre de 2011

Mesa #07. Sábado 20/04/1985 19:08

─Lo he decidido.
─¿El qué?
─Pues que me he propuesto vencer a la vejez de una vez por todas.
─¿Y cómo?
─Suicidándome justo en el momento en el que aparezca la primera de sus señales.
─¿Estás loca?
─En absoluto. No quiero llegar a la vejez, me aterra. Eso de perder la vista, el oído, el equilibrio, la agilidad, la belleza...
─Perdona, pero hay mucha belleza en la vejez. Mi madre con sus setenta y un años está más hermosa que nunca. Ha mejorado mucho con la edad.
─Pues pregúntale a tu madre si le gustaría volver a ser joven, por lo menos diez años menos.
─¿En serio piensas suicidarte?
─Sí.
─Necesitas que te miren la cabeza, en serio.
─En absoluto. Nunca había estado más cuerda que ahora.
─Será por la madurez...
─Muy graciosa.
─No, en serio. Creo que la vejez tiene que tener algo bueno.
─Nada, no tiene nada. Todo son problemas. Bueno... a no ser que tengas dinero y no lo sueltes ni para irte a dormir, no sea que tus hijos o nietos te peguen una patada en el culo y te encierren en una residencia mugrienta donde te traten peor que una mierda. Y hablando de mierda. Los pañales.
─¿Qué pasa con los pañales?
─Pues que son las piezas fundamentales de todo miembro de la tercera edad...
─Pero no todo el mundo los...
─No te engañes, cariño, casi todos los necesitan. Todos los viejos que conozco han acabado con el muelle flojo. O bien porque se mean con un simple estornudo o porque acaban poniéndose tapones en el culo para que no se les escape la mierda cuando se tiran un pedo.
─Qué desagradable eres...
─Realista niña, realista. Además, no hay un viejo que no se vuelva maniático o, peor aún, impertinente cual  niño caprichoso... Por lo menos aún con los niños puedes negociar, bien engañándolos o bien entreteníéndolos. Con un viejo eso es imposible; no sólo te sueltan una grosería, sino que encima te recuerdan que ellos, debido a su edad, están por encima de ti y por ende son más listos que el propio diablo. Por lo que he decidido que yo no quiero llegar a eso; no quiero ser una molestia para nadie, quiero que siempre me recuerden como una persona eternamente joven, vital, agradable, sin manías...


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