viernes, 18 de noviembre de 2011

Mesa #07. Lunes 08/09/1941 08:42

─¿Qué haces?
─Pues llevándome las sobras...
─Sabes muy bien que eso es ordinario y muy, pero que muy vulgar. Además a nosotros, gracias a Dios, no nos hace falta comida.
─No es para nosotros, mamá, es para Marzena, la hija del vecino de abajo, ésos que han venido de Polonia hace unos meses y que apenas salen de su casa. La pobrecilla está muy delgada. Me da tanta pena... 
─¡Eres un puñetero sentimental, igualito a tu jodido padre! ¿Así es como quieres sobrevivir en la vida? ¿Practicando la caridad? Esa niña ya tiene suficiente castigo con ser judía. Suerte tienen que soy buena cristiana y vulnerable al remordimiento que si no ya los habría denunciado desde hacía ya mucho tiempo. 
─Pero mamá, no han hecho nada malo...
─¿No te parece suficiente con ser unos infieles y unos usureros?¿Quiénes crees que fueron los que mataron a Jesucristo? ¡Ellos! Ahora están pagando con creces por todos sus pecados.
─No creo que los Wróbel sean tan malas personas.
─¿Tú eres tonto? Cualquier día esas ratas nos meten en un lío a todos. ¿Tú sabes lo que le puede pasar a nuestra familia si nos codeamos con ellos? ¿Tú quieres ver a tu padre sufriendo en la cárcel?¿Tú quieres verme a mí, tu madre, trabajando como una esclava para manteneros a ti y a tus cinco hermanos? 
─No, claro que no.
─¡Pues ya te estás comiendo el pan con membrillo sin rechistar! Y no quiero ver ni una sola miga sobre la mesa si no quieres ser tú el que vayas a pasar hambre todo lo que te queda de semana.

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